Una voz perdida en la fuga cósmica.

Volveré, pero sólo cuando estés listo. Prometo volverte a enamorar,  hacerte sonreír más de lo habitual y hacerte sentir en Venus una vez más. Volveré cuando la hayas superado, cuando tu corazón hecho trizas esté sano. No quiero verte llorar por alguien más cuando yo quisiera tomar su lugar. Quisiera ocupar su lugar; ese lugar en tu corazón que te hizo amarla; ese mismo lugar que ella tomó y ahora no podés olvidarla. Quisiera tomar ese lugar  para demostrarte que yo también te puedo amar. No quiero saber cuánto la extrañás, ni ver tus ojos triste cuando de casualidad la recordás. No quiero verte arrepentido por no poder estar a su lado. No quiero ver como mirás su casa cuando por enfrente de ella pasamos. Quiero que vengás, me mirés y me digás que a mi me querés. Quiero que me tomés de la mano  y de todo te olvidés. Pero no te voy a presionar. Te dejaré ir para que puedas sanar. Ve a tu tiempo y aprendete a escuchar. Te dejaré ir para que luego puedas amar. Algún día volv...

¿Qué fue lo qué pasó?  ¿Qué pasó que mi amor ya no te alcanzó? ¿Qué pasó qué alguien más a tu lado durmió? ¿Qué fue lo pasó si ayer éramos solo vos y yo? Recuerdo cuánto te amaba. Recuerdo como todo de vos añoraba. Recuerdo cuando me desvelaba por estar con vos en llamada. Recuerdo como de amor por vos moría; cómo tantas cartas y videos te hacía; cómo en cada canción te sentía y creía que a mi lado te tenía. La distancia quizás fue la culpable, quizás fui yo quien no supo cómo amarte, quizás fuiste vos que me engañaste, o quizás fue el destino que quería burlarse. Me costó tanto de vos despegarme. Eras mi dulce hogar; mi calma en medio del mar, pero por eso cree dependencia emocional. De un momento a otro descubrí tus mentiras, y aún así de tu lado alejarme no podía, porque aún te quería, más de lo que me quería a mi misma. Te perdoné incontable veces, e incontables veces me traicioné, porque te dejé que hicieras lo mismo una y otra vez, hasta que me cansé. Llegó un punto en el que...

Y es que no te entiendo. Dos meses han pasado  y en mi mente seguís rondando cómo si nada hubiera pasado. No te entiendo. No te entiendo cuando me ignorás, no te entiendo cuando con una sonrisa me venís a saludar. ¿Cómo pretendés que te olvide si de mi vida no te vas? Un día pasas por al lado mío; no existo. Al día siguiente por mi lado volvés a pasar; me sonreís cómo si no hubiera nadie más. No te entiendo,  y de tanto no entenderte ya no sé cómo entenderme a mí, es como si fuera un ataque frenesí. Un día estoy bien si no estás, no me importa si ni siquiera me mirás, pero pasan los días,  y a tu lado quiero regresar. Te extraño como si no hubieras roto mi corazón, y quizás ese fue mi error. Extraño todo de vos y es por lo cual intenté en otras personas buscarte,  pero, realmente, no puedo reemplazarte. Me hiciste algo irremediable. Te extraño tanto como te quiero. Y te quiero tanto como te detesto. Te detesto por hacer que te quiera y detesto extrañarte como si en m...

Aún te pienso. Aún te extraño. Aún extraño jugar a tu lado y no ver cuánto tiempo ha pasado. Te cruzo en la escuela, te veo y solo quiero ir a hablar con vos un rato, pero esquivar mi mirada cuando pasas a mi lado  es lo que hago. Extraño tus abrazos,  los extraño mas de lo esperado. Extraño hablar con vos y reírme a tu lado. Es triste sentirte como un desconocido cuando a tu lado bonitos momentos he vivido. Es triste sentir que quizá para vos nada ha existido. Duele un poco saber que en nuestra última conversación ni siquiera algo intentaste salvar, preferiste dejarme, irte sin una palabra decirme. Decidiste hacer como que nada existe. - Mondlitch

Tanto tiempo ha pasado  que de vos me he olvidado. Pequeña niña de catorce años, aún recuerdo cuando nuestra vida cambió entre llantos. Desde antes de los catorce he llorado. Lágrimas de cristal mirando la luna deseando que como las estrellas la situación fugaz fuera. Hasta mis diecisiete años he llorado. Gran parte de mi adolescencia entre cuatro paredes he habitado. Encerrada intentando evitar el mundo; intentando evitar más daños. Ahora con dieciocho años estoy viviendo. Estoy viviendo por esa niña que encerrada vivía... Bonita, si había salida. Te ahogaste en un mar de tristeza, siendo eso lo más perjudicial para tu cabeza. Todo estaba tan oscuro en esa era. Ahora quiero abrazarte por no cuidarte. Hiciste todo lo que pudiste y vos sola lo lograste. Después de tanto tiempo de la cama pudiste levantarte. Recuerdo escucharte llorar, encerrada en el baño no parabas de sollozar. Estabas siendo víctima de tu realidad, de ese pasado que no podía dejarte en paz. Recuerdo cómo te abraza...

En la biblioteca te encontré. Una tarde cualquiera sin pensarlo a tu lado me senté. En la sala de niños, entre tantos libros,  tus ojos se encontraron con los míos.  A tu lado me acosté. Tendidos en el suelo de la biblioteca tu sonrisa busqué. Encontré tu sonrisa en cuánto te miré y sentí quizás pequeñas revoluciones de alegría en todo mi ser. Cuando fui conciente ya en la plaza estábamos jugando. Cuando fui conciente entre tus brazos me estabas abrazando. Más de mil besos esquivamos. Por salud mental mía decidí ignorarlo. Pero ¿A quién voy a mentir? Tus labios moría por sentir. Te sentía tan cerca de mi que quería huir; huir para no caer ante aquel rojo carmesí. Tus brazos me alzaban,  nuestros ojos brillaban mientras dos niños jugaban, tu labios cerca de los míos danzaban, pero mi mente pedía que ya parara. En una de esas repetiste que por mi ya no sentías nada;  que antes sentías todo y ahora nada. En esa nada me ahogué,  porque por un maldito segundo me ilus...