Un último beso
En la biblioteca te encontré.
Una tarde cualquiera sin pensarlo a tu lado me senté.
En la sala de niños, entre tantos libros,
tus ojos se encontraron con los míos.
A tu lado me acosté.
Tendidos en el suelo de la biblioteca tu sonrisa busqué.
Encontré tu sonrisa en cuánto te miré y
sentí quizás pequeñas revoluciones de alegría en todo mi ser.
Cuando fui conciente ya en la plaza estábamos jugando.
Cuando fui conciente entre tus brazos me estabas abrazando.
Más de mil besos esquivamos.
Por salud mental mía decidí ignorarlo.
Pero ¿A quién voy a mentir?
Tus labios moría por sentir.
Te sentía tan cerca de mi que quería huir;
huir para no caer ante aquel rojo carmesí.
Tus brazos me alzaban,
nuestros ojos brillaban mientras dos niños jugaban,
tu labios cerca de los míos danzaban,
pero mi mente pedía que ya parara.
En una de esas repetiste que por mi ya no sentías nada;
que antes sentías todo y ahora nada.
En esa nada me ahogué,
porque por un maldito segundo me ilusioné.
A mi casa decidimos volver.
Ya era tarde y nadie sabía dónde encontrarnos podían.
En el camino tantos besos en mi mente ignoré.
No tenía que caer en eso otra vez.
A mi casa llegamos luego de mil abrazos.
La noche era fría por la brisa.
Te estabas por ir pero no podía dejarlo así.
Sin pensarlo te acerqué a mí.
En tus ojos vi las ganas de besarnos,
pero también ví el miedo a hacerme daño.
No te deje decidir y mi labios a los tuyos uní.
Besaron lentamente como si hubiera cometido un pecado.
Decidí memorizarme tus labios.
Ahora tengo tanto miedo a jamás olvidarlos,
pero necesitaba hacerlo;
aún no sé si ese fue nuestro último beso.
No sé si sabía a despedida o a un "lo siento",
sólo sé que ambos teníamos ganas de hacerlo,
aunque una guerra mental hubo en el momento,
entre hacer lo que está bien, y lo que queríamos otra vez.
Espero que no haya sido el último.
Espero que haya sido un "Hasta luego"
entre tus labios y los míos;
que esto sólo sean puntos suspensivos.
Espero verte sonreír otra vez después de cada beso,
y no verte arrepentido por haber hecho lo que los dos queríamos.
Espero ver tus ojos cerca de los míos,
como lo hiciste hoy día mientras ambos sonreiamos.
Miedo tenías a lastimarme,
y miedo es lo que tiré al barranco cuando a tu lado decidí sentarme.
Dijiste "Ésta no vas a ser la última vez que nos juntemos",
y espero que sea cierto;
aún tengo mil maneras de demostrarte que ésto no es solo pasajero.
- Mondlicht
Comentarios
Publicar un comentario