A veces

¿Qué fue lo qué pasó? 

¿Qué pasó que mi amor ya no te alcanzó?

¿Qué pasó qué alguien más a tu lado durmió?

¿Qué fue lo pasó si ayer éramos solo vos y yo?

Recuerdo cuánto te amaba.

Recuerdo como todo de vos añoraba.

Recuerdo cuando me desvelaba

por estar con vos en llamada.

Recuerdo como de amor por vos moría;

cómo tantas cartas y videos te hacía;

cómo en cada canción te sentía

y creía que a mi lado te tenía.

La distancia quizás fue la culpable,

quizás fui yo quien no supo cómo amarte,

quizás fuiste vos que me engañaste,

o quizás fue el destino que quería burlarse.

Me costó tanto de vos despegarme.

Eras mi dulce hogar;

mi calma en medio del mar,

pero por eso cree dependencia emocional.

De un momento a otro descubrí tus mentiras,

y aún así de tu lado alejarme no podía,

porque aún te quería,

más de lo que me quería a mi misma.

Te perdoné incontable veces,

e incontables veces me traicioné,

porque te dejé que hicieras lo mismo una y otra vez,

hasta que me cansé.

Llegó un punto en el que ya no pude más.

Quería irme de mi hogar;

irme sin mirar atrás.

Ya me estaba ardiendo todo más de lo habitual.

Me ardió tanto que con el pasar de los años

sólo cenizas me quedaron;

cenizas de un amor que fuego fue en mi corazón;

un amor que ardió y me cambió.

Me marché

y a vos llorando te dejé.

Las ganas de vengarme corrían por todo mi ser,

pero sólo de vos alejarme intenté.

Recuerdo cuánto me dolió escucharte llorar aquella noche;

la noche que te dije que ya todo acabaría,

cuando te dejé sin saber si aún te amaría.

Me dolió oírte llorar

cuando tantas veces te juré cuidar.

Cariño, te juro que lo intenté.

Intenté a tu lado seguir,

hacer cómo si del pasado no quisiera huir;

cómo si las traiciones no hubieran quedado marcadas en mí.

Cariño, te juro que lo intenté.

Pero ya no pude más,

todo era un caos,

todo se había ido al barranco.

Perdón por tus lágrimas.

Perdón por tus súplicas.

Perdón por no haberte dado la oportunidad,

pero ya no quería otro daño colateral.

Me daba miedo en vos volver a confiar.

Al día de hoy veo tus fotos y videos.

A veces me encuentro con ellos cuando por mi galería navego.

No te lo voy a negar,

extraño como era todo antes de que pasaras como un huracán.

A veces siento que aún te amo.

A veces siento que te detesto.

Y otra veces solo alejarme quiero.

A veces quisiera volver.

Quisiera volver y que todo haya sido una pesadilla;

que aún a tu lado duerma,

y me digas susurrando que tu niña era.

Otras veces quiero que te alejés,

que me dejés,

porque yo no merezco volver;

porque por muchas cosas ya pasé.

Sé que es la nostalgia que en contra me juega,

que a desequilibrarme llega.

Sé que ya nada es igual

y eso no se puede remediar.

Sólo perdóname por no saber ahora cómo amar.

Perdóname por no saber cómo ayuda aceptar.

Perdóname por no poder darte la oportunidad.

Perdóname por no aceptar que alguien me puede amar de verdad.

Aún te quiero, niño pequeño.

Aún te quiero porque me hiciste feliz en su momento.

Aún te quiero porque fuiste mi hogar,

y sé que lo hago porque de vos no me puedo alejar;

y ésta vez, no es dependencia emocional.

A veces te quiero.

A veces te amo.

A veces te detesto.

A veces quisiera enterrarte tres metros bajo suelo.

Te quiero, y espero que seas feliz.

Te amo, y en mi corazón siempre estarás,

aunque a veces parezca una estrella fugaz.

Te detesto, y es por eso que de tu vida a veces me alejo.

Pero te quiero.

Y eso es algo que sacarlo de mi no puedo.

Te quiero.

y espero que seas feliz con la persona que ahora a tu lado puede vivir.

Te amo.

Y nunca te voy a olvidar.

No voy a olvidar nuestras canciones;

tampoco voy a olvidar nuestras discusiones.

Te amo.

En mi corazón tu voz quedará,

tu respiración graciosa en mi mente grabada estará,

y tu risa contagiosa en momentos malos quizás me llegue a salvar.

Te detesto.

Y lo hago porque aún te quiero,

cuando en realidad de tu lado alejarme debería,

cómo precaución a qué algo se repita.

En fin, con esto me voy.

Se va la niña corazón de cristal

y se va el niño pequeño que tanto la pudo calmar.

No olvidés que siempre te logré amar,

incluso más de lo humanamente normal.

Nunca intenté provocarte otro daño más.

- Mondlicht